Esa
fue la pregunta que nos hicimos mis compis y yo el sábado en el trabajo.
A ver, que sí que habíamos desayunado pero, bueno, simplemente se nos
antojó. Cogimos una receta de bizcocho de canela al microondas y
mientras uno lo hacía, otro preparaba la buttercream de vainilla (yo
ando detrás de probar un bizcocho de regaliz pero estos sabores los
escogieron ellos). El bizcocho a enfriar, mientras seguimos trabajando,
ya recogiendo pues casi es la hora de irnos. ¡Venga, que ya está frío el
bizcocho para cortar y rellenar!. ¡Prepárate una manga con boquilla
rizada para decorar! Hay prisas así que no podemos entretenernos más. Evidentemente
lo del bizcocho para desayunar no era más que una excusa para hacer
algo diferente para nosotros, y por supuesto no lo desayunamos pero cada
cual sí lo merendó en su casa. He de decir que estaba buenísimo, fina
de sabor la buttercream y muy rico el bizcocho, no muy fuerte de sabor
pero le cogías el gustillo de la canela, que por cierto me encanta.
Vista al corte
Y la porción que me llevé a mi casa, jejeje, y luego quiero adelgazar...
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