Rebuscando por internet (cosa que me encanta) encontré una tarta similar a ésta, me encantó ver tantos detallitos. Esperaba la ocasión idónea para hacerla. Un día estaba en casa de una amiga a la que le iba mostrando fotos de mis adelantos con el fondant y su marido comentó que pronto tendrían un cumpleaños y que yo le podría hacer la tarta. ¡¡¡ He aquí mi oportunidad!!! Era para el primer cumpleaños de un bebé llamado Adrián. Le enseñé la foto por el ordenador de su casa y le gustó. Me dijo que iban a ser unas 20 personas y se me ocurrió agregarle un piso más. Hasta entonces no había hecho ninguna tarta de dos pisos, así que mataba dos pájaros de un tiro, por un lado hacía la tarta que me gustaba y por otro practicaba montar dos pisos. Estas tartas para que aguanten el peso de la decoración suelen ser contundentes, tenía que ponerle pilares para aguantar el piso superior.
De sabor la verdad es que se suele ir a lo seguro, así que me pidieron bizcocho de brownie de chocolate negro con buttercream de vainilla. Disfruté como una mona decorando esta tarta, haciendo el babero, biberón, no te digo ná lo que pasé para montar el chupe, jajaja, apenas lo veía entre mis dedos... pero cómo disfruté. Con los dados formé el diminutivo del nombre del cumpleañero... no tenía más sitio.
lunes, 21 de marzo de 2011
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